viernes, 1 de marzo de 2013

La gallina, el mono, el pavo y el conejo.


                Sábado noche, discoteca Currícula Fashion Week

                La gallina Luisa estaba impresionante esta noche, unas pechugas.., unas patas..., que quitaban el aliento a todo el que se fijaba en ella. Pero no estaba de humor, se encontraba insípida, aburrida, sin ganas de nada y se entretenía mirando el ambiente, sin ver nada.

                El mono Tobías ya salía por la puerta con una gorrinita sin muchas caderas pero con alguna copa. Su sueño era "trabajarse" a la gallina Luisa y le había preguntado si le apetecía dar una vuelta. La gallina ni se había dignado a mirarle. Porque, esa es la técnica de Tobías PREGUNTAR; había preguntado a todas las chicas del garito hasta que una había aceptado. No es mala técnica y Tobías estaba contento, tenía su fameja de ligón y cubiertas sus necesidades.

                De pronto, para la música, paran las conversaciones, iba a comenzar la canción del momento, el número uno; todos los pavos ocuparon la pista, Julián sabía que iba a estar estupendo, tenía fuerza, confianza y una cola de colores que embelesaba a quien la miraba, tenía talento. Comenzó a sonar, Curriculum 3.0 Revival, todos gritaron, comenzaron a contonearse, a desplegar sus colas con movimientos sensuales, las feromonas flotaban en el ambiente como el humo de los cigarrillos. Julián lo estaba haciendo bien, muy bien y de vez en cuando echaba miradas de complicidad a Luisa. Pero Luisa no estaba por la labor y ni se daba cuenta del espectáculo que le estaban brindando.

                Cuando terminó la canción Julián estaba sudando, se había esforzado y estaba orgulloso de su trabajo. Se le acercó una morena, bajita, que no estaba mal... y se fue con ella tan contento. Eso sí, Luisa ni p. caso.

                Luisa se levantó y fue al servicio, cuando salió de la zona de baile, de repente sintió un fuego interior, la sangre le hervía, el corazón le golpeaba la entrepierna. En eso, que vio a un conejito que pasaba por allí, lo cogió, se lo cepilló en el baño y lo nombro director general de algo...

                Todos los demás, los que no preguntan, los que no se pavonean, están apoyados en la barra del bar tomando su enésima copa y criticando y envidiando; a Julián, a Tobías, a Luisa y al conejo, que nadie sabe cómo se llama...

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